A menos de 48 horas de la Luna llena, los accidentes de
nuestro satélite se hacen extraños debido a la proximidad del horizonte lunar. Los
cráteres se ven elongados y no apreciamos su verdadera forma por la
perspectiva.
Sin embargo, hay cráteres que son realmente raros de por sí
y que, además, esa extrañeza se refuerza cuando los contemplamos cercanos al
limbo. Es el caso de Schiller (1),
con una curiosa forma alargada de 179 x 71 km, y 3,9 km de profundidad.
Schiller parece
ser producto de una fusión de dos o más cráteres y tiene cierto parecido a la
huella de un zapato. La mayor parte de
su suelo es llano debido a la inundación de lava, y una cresta se encuentra a
lo largo del suelo del cráter noroeste, formando una línea que divide la base
por la mitad.
Al norte de la imagen de esta noche vemos a Schickard (2), uno de los más grandes
cráteres lunares, con un diámetro de 230 km aproximadamente. Se trata de una
inmensa llanura amurallada rodeada de paredes con una altitud media de 1500 m,
aunque algunas cimas llegan a los 2000.
Lo más extraño de Schickard
es el mosaico de zonas claras y oscuras que recubre el fondo de este llamativo
circo. ¿Restos volcánicos? No se sabe con certeza.
Al suroeste hallamos otra rareza: Wargentin (3). Como vemos, el fondo se halla repleto de lava
oscura, como sucede en otros cráteres; sin embargo, presenta una característica
única, ya que la lava se ha ido extendiendo por el fondo de manera que ha
acabado rellenando el cráter por completo sin salirse por fuera, lo que ha
hecho que Wargentin se transformara
en una meseta circular de 85 km y 400 m de altitud. Posteriormente, al
enfriarse la lava, se formaron una serie de plegamientos que se pueden ver con
cierta dificultad en la imagen.
Por último nos asomamos al viejo Phocylides (4), unido a Wargentin
por Nasmyth (5), un antiguo cráter
desgastado. Phocylides es otra
llanura amurallada de 115 km. El impacto que formó Phocylides F derribó la pared por el sur. También vemos algunos
desprendimientos en la pared norte. Su fondo es llano sin características
reseñables.
Como vemos, la Luna siempre nos presenta curiosidades al
alcance de cualquier telescopio. Además, un mismo objeto cambia a lo largo de
las horas en función de su iluminación y si se trata del amanecer o del
atardecer. Disfrutad del paisaje.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
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