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jueves, 30 de agosto de 2018
JANSSEN Y ALREDEDORES
Hacia 1960, Eugène Schoemaker desarrolló un método de
datación de las formaciones lunares basado en el principio de que un cráter
nuevo acaba con los cráteres antiguos. La observación de Janssen (1), una llanura amurallada muy deteriorada de 190 km de
ancho y casi 3000 m de profundidad, permite poner a prueba este método.
Observamos, en primer lugar, que sus paredes desaparecen
bajo numerosos cráteres más recientes. En el norte la muralla ya no existe,
volatilizada por el doble impacto que formó Metius (2) y Fabricius (3).
El fondo accidentado de Janssen
alberga numerosas colinas y cráteres de menor tamaño. Lo más interesante en mi
opinión de la imagen de esta noche es contemplar el haz de grietas, la mayor de
las cuales, orientada de norte a sur, alcanza los 140 km.
Metius posee unas
vertientes escarpadas de una anchura de 90 km y 3000 m de altura. Fabricius, de 80 km, se formó con
posterioridad y tiene menor profundidad. Sus terrazas internas son
perfectamente visibles y su fondo llano alberga una montaña central y una
llamativa cadena montañosa al norte del circo.
Antes de irnos, no dejemos de observar el Vallis
Rheita (4), una cadena increíble de cráteres de unos 500 km de la que ya hemos
comentado antes.
La Luna nunca cansa y siempre está ahí. Disfrutemos de ella.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
miércoles, 29 de agosto de 2018
ALBIREO
En la constelación de Cisne, hoy vamos a hablar de Albireo,
beta Cygnus.
Aunque a simple vista Albireo
aparece como una estrella simple, con un telescopio o
unos prismáticos se resuelve en una estrella doble. De las dos componentes,
separadas 35 segundos de arco, una es amarilla y tiene una magnitud aparente de +3,05 —Albireo A—, mientras que la otra es azul y de
magnitud +5,12 —Albireo B—, ofreciendo un inmejorable contraste entre las
estrellas dobles del cielo nocturno. Albireo se encuentra a 385 años luz de distancia del Sistema Solar.
Pero las dos componentes de Albireo no están ligadas por la
gravedad. Así, se trata de una doble óptica cuyos componentes no están unidas
físicamente.
Albireo A es, a su vez, una estrella binaria; su duplicidad fue descubierta en 1976. La componente
principal de este par es una gigante luminosa naranja
de tipo espectral K y 4.400 K de
temperatura. 950 veces más luminosa que el Sol, tiene un diámetro 50 veces más
grande que el diámetro solar. Su compañera es una estrella
caliente de la secuencia principal de tipo B y 11.000 K
de temperatura. La luminosidad de esta última es 100 veces
superior a la luminosidad solar. La separación media entre
ambas estrellas es de 40 UA y el periodo orbital es de cerca de 100 años.
Albireo B es similar a la componente menos brillante
del par A, una estrella de la secuencia principal de tipo B con una
temperatura de 12.100 K. 190 veces más luminosa que el Sol, gira rápidamente
sobre sí misma con una velocidad de rotación de al menos 250 km/s,
siendo su periodo de rotación inferior a 14,4 horas.
Como frecuentemente sucede en estrellas que rotan a gran velocidad, Albireo B
es una estrella rodeada por un disco de gas resultante de la pérdida de material estelar.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6
EN EL LABERINTO DE LOS CRATERES DEL SUR (2)
El hemisferio sur de la Luna es una región intensamente
craterizada con pocos mares, por lo que nos podemos perder fácilmente si no
disponemos de un mapa adecuado al no disponer de puntos de referencia tan
claros como en el norte.
Esta noche visitamos de nuevo esta zona particularmente
accidentada con una perspectiva algo distinta a la que veíamos hace un mes.
Maurolycus (1) es
un viejo cráter de 115 km de diámetro, con paredes aterrazadas que llegan a
alcanzar los 4000 m. Se puede observar un cráter de 17 km en la muralla sur y
un conjunto de cratercillos imbricados en el noroeste. El fondo alberga algunos
cratercillos y un macizo montañoso descentrado hacia el norte junto un
desprendimiento de la muralla de esa zona.
En la vertiente sureste de Maurolycus nos encontramos a Barocius
(2), de 80 km y 3500 m de profundidad. Su fondo alberga un cráter fantasma y
algunos pequeños accidentes.
Al sur de esta pareja vemos a Clairaut (3), un viejo cráter de 75 km en el que dos cráteres
menores, de 25 km cada uno, han machacado su pared sur, mientras que su fondo
ha sido perforado por dos cráteres de 15 km.
Más al sur, nos encontramos con un trío reseñable. Se trata
de Pitiscus (4), de 82 km y 3000 m
de profundidad, Hommel (5), de 120
km, muy erosionado, y Vlacq (6), de
89 km y 3000 m de profundidad. Los tres poseen pequeños picos centrales.
El norte se encuentra arriba a la izquierda de la imagen.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6
martes, 28 de agosto de 2018
lunes, 27 de agosto de 2018
domingo, 26 de agosto de 2018
TYCHO Y CLAVIUS
Esta noche contemplamos una pareja absolutamente
extraordinaria: Tycho (1) y Clavius (2)
Hace unos 100 millones de años, cuando la Tierra estaba en
la era de los dinosaurios, impactó en la Luna un meteorito de 10 km que formó
el cráter Tycho.
El sorprendente brillo del cráter de 85 km de diámetro
demuestra su escasa antigüedad, apareciendo perfectamente recortado respecto su
entorno. La pared intacta de Tycho
forma varias filas de terrazas que llegan a los 4800 m de altitud. El fondo
presenta varias colinas que rodean una montaña central de 10 km de diámetro y
1500 m de altura.
Tycho marca el
centro del más importante sistema de rayos brillantes en la cara visible de la
Luna. Estas irradiaciones, visibles sobre todo en luna llena, son fruto de materiales
propulsados por el impacto, que cayeron de nuevo sobre el suelo lunar. Uno de
estos rayos atraviesa Mare
Tranquilitatis a lo largo de más de 1000 km.
Clavius, por el
contrario, es un cráter de 225 km y con una muralla de 4500 m de altura,
antiguo y muy complejo. Se observan inmediatamente dos cráteres parecidos de
unos 45 km que aplastan la pared de Clavius.
Se trata de Porter (3), con una
montaña central doble, y Rutherford
(4), que muestra unas llamativas crestas sobre su pared norte.
El fondo de Clavius,
convexo por la curvatura de la Luna, presenta una llamativa cadena de cuatro
cráteres de diámetro decreciente.
En fin, un espectáculo de película:
https://www.youtube.com/watch?reload=9&v=GPKg2c_bRCs (monolito en Tycho)
https://www.youtube.com/watch?v=RtDS2sI0N50&t=17s (llegada a Clavius)
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6
sábado, 25 de agosto de 2018
CRATERES EXTRAÑOS
A menos de 48 horas de la Luna llena, los accidentes de
nuestro satélite se hacen extraños debido a la proximidad del horizonte lunar. Los
cráteres se ven elongados y no apreciamos su verdadera forma por la
perspectiva.
Sin embargo, hay cráteres que son realmente raros de por sí
y que, además, esa extrañeza se refuerza cuando los contemplamos cercanos al
limbo. Es el caso de Schiller (1),
con una curiosa forma alargada de 179 x 71 km, y 3,9 km de profundidad.
Schiller parece
ser producto de una fusión de dos o más cráteres y tiene cierto parecido a la
huella de un zapato. La mayor parte de
su suelo es llano debido a la inundación de lava, y una cresta se encuentra a
lo largo del suelo del cráter noroeste, formando una línea que divide la base
por la mitad.
Al norte de la imagen de esta noche vemos a Schickard (2), uno de los más grandes
cráteres lunares, con un diámetro de 230 km aproximadamente. Se trata de una
inmensa llanura amurallada rodeada de paredes con una altitud media de 1500 m,
aunque algunas cimas llegan a los 2000.
Lo más extraño de Schickard
es el mosaico de zonas claras y oscuras que recubre el fondo de este llamativo
circo. ¿Restos volcánicos? No se sabe con certeza.
Al suroeste hallamos otra rareza: Wargentin (3). Como vemos, el fondo se halla repleto de lava
oscura, como sucede en otros cráteres; sin embargo, presenta una característica
única, ya que la lava se ha ido extendiendo por el fondo de manera que ha
acabado rellenando el cráter por completo sin salirse por fuera, lo que ha
hecho que Wargentin se transformara
en una meseta circular de 85 km y 400 m de altitud. Posteriormente, al
enfriarse la lava, se formaron una serie de plegamientos que se pueden ver con
cierta dificultad en la imagen.
Por último nos asomamos al viejo Phocylides (4), unido a Wargentin
por Nasmyth (5), un antiguo cráter
desgastado. Phocylides es otra
llanura amurallada de 115 km. El impacto que formó Phocylides F derribó la pared por el sur. También vemos algunos
desprendimientos en la pared norte. Su fondo es llano sin características
reseñables.
Como vemos, la Luna siempre nos presenta curiosidades al
alcance de cualquier telescopio. Además, un mismo objeto cambia a lo largo de
las horas en función de su iluminación y si se trata del amanecer o del
atardecer. Disfrutad del paisaje.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
MAGINUS
En las tierras altas del sur, entre Tycho y Clavius, no visibles todavía en la imagen, podemos observar a Maginus, un antiguo circo de 160 km de diámetro que se encuentra justo al lado del terminador, en el que acaba de amanecer.
Su suelo, rodeado de una pared muy golpeada que alcanza los 4000 m de altura, alberga numerosos cratercillos. Además, apreciamos seis montañas centrales de una altitud de 1000 m, que se extienden a lo largo de más de 30 km por el fondo del cráter.
Si nos fijamos un poco, podemos ver los eyectos de Tycho en varias zonas de la imagen.
El sur está arriba a la derecha de la fotografía.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
jueves, 23 de agosto de 2018
miércoles, 22 de agosto de 2018
SIEMPRE COPERNICO
Copérnico es, sin
ninguna duda, el cráter favorito de la mayoría de los lunáticos.
Su ubicación, ideal para la observación, permite apreciar
con claridad todos los componentes de un cráter típico visto de frente.
Relativamente joven, de unos 810 millones de años, aunque
más viejo que Tycho, que solo tiene
100 millones de años.
Si se conserva bien quiere decir que a partir de esas
fechas la actividad meteórica disminuyó considerablemente en nuestro satélite,
así como en el sistema solar en general.
Dado que Copérnico
impactó sobre un mar, con una corteza menos gruesa que en otras zonas, su
aspecto es distinto que Tycho. Las
vertientes exteriores, de 900
m de altura sobre el terreno circundante, presentan numerosos valles radiales, y se ven
algunas cadenas de cratercillos por alrededor.
Los materiales eyectados se extienden por una superficie
de 500 km
de diámetro.
Tycho, sin embargo,
al caer en una zona montañosa y sumamente craterizada, de un espesor mayor y
más dura, eyectó materiales a una distancia de 3000 km nada menos.
El circo de Copérnico
mide 93 km
de diámetro, y su fondo se encuentra a 4000 m de los bordes superiores.
En el centro se encuentra un macizo montañoso de 30 km de largo que llega a
los 1200 m
de altura, muy por debajo de las crestas que coronan la pared del cráter.
Impresionante su observación cuando va amaneciendo poco a
poco en su interior. Como el terminador avanza a unos 15 km/h , bastan 6 horas
para asistir a la salida del Sol sobre Copérnico.
Todo un espectáculo.
El norte está abajo.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6
martes, 21 de agosto de 2018
lunes, 20 de agosto de 2018
HACIA LAS TIERRAS ALTAS DEL SUR
Internándonos en el hemisferio sur de nuestro satélite, la imagen
de esta noche se centra en Theophilus (1),
Cyrillus (2) y Catharina (3), y
alrededor de ese famoso trío vamos a echar un vistazo.
De estos tres espectaculares cráteres ya he publicado alguna
entrada anterior, así que hoy no nos detendremos en ellos en cuanto a comentar
algo, pero pararnos un momento y observarlos con detenimiento siempre es un
placer.
Llama la atención uno de los pocos mares de este hemisferio,
Mare Nectaris (4), no muy extenso si
lo comparamos con los mares del norte, de unos 340 km de diámetro. Por encima
de él, Sinus Asperitatis (5), de 220
km, es una prolongación hacia el sur del Mar
de la Tranquilidad.
En medio de Mare
Nectaris, Rosse (6), un pequeño
cráter de poco más de 11 km pero de alto albedo, se haya atravesado por el
sistema de rayos del lejano Tycho.
A la derecha de Theophylus,
nos encontramos al cráter Kant (7),
de 32 km y una pequeña elevación central. Por debajo observamos a Tacitus (8), de 40 km y 2,8 km de
profundidad.
Por encima y a la derecha observamos a Albufeda (9), de 62 km, de fondo relativamente liso, y Almanon (10), de 48 km y 2,5 de
profundidad, también sin características reseñables.
Es muy interesante una formación llamada Catena Albufeda (11) a modo de un
rosario de cráteres menores que, partiendo de Albufeda y Almanon, se
extienden a lo largo de más de 200 km conectando con la impresionante Rupes Altai (12).
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6
domingo, 19 de agosto de 2018
sábado, 18 de agosto de 2018
LA X LUNAR
Cuando observamos nuestro satélite en las inmediaciones del terminador, nos damos cuenta de pequeños puntitos de luz de aparecen en diversos lugares. Se trata de las cimas de cráteres o montañas en las que cuando amanece y son repentinamente iluminadas por el sol se produce un juego de luces y sombras muy sugerente.
Pues bien, uno de los efectos más llamativos de este fenómeno es la "X" lunar, que solo se da unas pocas horas antes del cuarto creciente.
Esta noche, por fin, he podido fotografiarla de forma satisfactoria, y aquí la presento.
En realidad se trata de los efectos de luces al amanecer en la confluencia de los cráteres Blanchinus, La Caille y Purbach.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
Pues bien, uno de los efectos más llamativos de este fenómeno es la "X" lunar, que solo se da unas pocas horas antes del cuarto creciente.
Esta noche, por fin, he podido fotografiarla de forma satisfactoria, y aquí la presento.
En realidad se trata de los efectos de luces al amanecer en la confluencia de los cráteres Blanchinus, La Caille y Purbach.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
MARE CRISIUM Y CLEOMEDES
De Mare Crisium ya he publicado entradas en otras ocasiones, a las que me remito. Esta noche nos centramos en algunas formaciones de sus alrededores.
Al norte se encuentra Cleomedes (1). Se trata de un cráter contemporáneo a la formación de este mar. Su muralla fue posteriormente destruida por varios pequeños cráteres. Cleomedes, de 126 km de ancho y 3000 m de profundidad, posee un fondo llano con algunas formaciones: una pequeña montaña central, una ranura muy fina que apenas se ve en la imagen y algunos pequeños cráteres.
Por encima de Cleomedes, también muy pegados a Mare Crisium, Macrobius, de 64 km, con una muralla aterrazada de 3700 m y una montañita cetral, y Tisserand, de 37 km, 2800 m de profundidad y fondo plano.
El norte está más o menos a la izquierda y el este abajo.
Espero que os guste.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6
viernes, 17 de agosto de 2018
jueves, 16 de agosto de 2018
miércoles, 15 de agosto de 2018
PETAVIUS (2)
Esta noche nos acercamos exclusivamente a Petavius, un
cráter bellísimo que, por mucho que lo observemos, nunca aburre.
Además, esta vez he colocado una Barlow en el objetivo, cosa
que rara vez hago para observar la Luna. Pero merece la pena perder un poquito
de calidad de la imagen para acercarnos al máximo.
El circo de Petavius tiene una anchura de 177 km, y está
rodeado de murallas caóticas, hundidas en el noroeste por un pequeño cráter,
Wrottesley, de 57 km de diámetro y 2300 m de profundidad. Wrottesley presenta
terrazas internas, un suelo plano y una pequeña colina central.
Podemos observar que la pared interna de Petavius, con una
altura de 3300 m nos muestra terrazas pronunciadas y, lo que es más llamativo,
se desdobla en el sur.
Sin embargo, lo que verdaderamente llama la atención es su
fondo, ya que varias colinas rodean un imponente macizo montañoso central de 30
km de longitud, que alberga cinco picos, el más alto de 1700 m. También vemos
una serie de hendiduras, la más importante aparece como una línea de 80 km que
une la montaña central y la muralla suroeste.
Por último, pegado a la vertiente este, se nos muestra
Vallis Palitzsch, formado por el alineamiento de al menos siete cráteres
superpuestos. Mide en total 150 km y alcanza los 40 de ancho.
Espero que disfrutéis de la vista tanto como yo, y que os animéis a echar un vistazo a la Luna, siempre al alcance de cualquier telescopio, visión agradecida incluso desde nuestras ciudades a pesar de la contaminación lumínica.
El este está a la derecha.
Maksutov Cassegrain 127
Barlow x2
Procesado con Registax 6
VALLIS RHEITA
Una de las estructuras más llamativas de las tierras altas
del sur de nuestro satélite es Vallis Rheita (1). Esta noche, de nuevo, vamos a
pasearnos por la zona.
Cercano al imponente Janssen (2), se trata de una formación
alargada de unos 500 km de longitud, que alcanza los 30 km de anchura en
algunos lugares. Está formada por el alineamiento de una decena de cráteres
estrechamente imbricados, que se formaron por la eyección de materiales
producto del impacto que formó Mare Nectaris al norte (no sale en la imagen). Sin
embargo, otras teorías sugieren que su origen corresponde al impacto que formó
Mare Imbrium.
Vallis Rheita debe su nombre al cráter Rheita (3), un bonito
cráter de 70 km de diámetro y 4000 m de profundidad, con una montaña central y
una pared interna en terrazas que albergan un pequeño cratercillo al norte y
dos en la pared sur.
A su lado se puede observar Rehita E (4), curioso cráter
alargado.
Por último, no dejéis de fijaros en Furnerius (5), de 125 km
y más de 3 de profundidad, con sus grietas en el fondo y numerosos cráteres, y
Stevinus (6), de 75 km, 3 km de profundidad y un bonito pico central.
En definitiva, un paisaje espléndido.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
martes, 14 de agosto de 2018
lunes, 13 de agosto de 2018
POSIDONIUS (2)
A partir del quinto día de la lunación, nos encontramos con
un panorama que ya hemos visto parte de él en ocasiones anteriores (ver entrada Posidonius de julio).
Del magnífico Posidonius (1) hay poco que añadir a la entrada
anterior: grande, de 95 km, antiguo, con unas crestas en su interior que
adquieren forma más o menos espiral hacia el centro, con un fondo que alberga
numerosos cratercillos, entre los que destaca Posidonius A, de 10 km. En fin,
una joya.
Por debajo observamos a Chacornac (2), de 51 km, y Le
Monnier (3), de 61 km, éste internándose en el Mar de la Serenidad.
En medio de los Montes Tauros nos centramos en Römer (4), de
40 km y más de 3 de profundidad, con un gran pico central, a partir del cual se
extiende Rimae Römer (5), un sistema de grietas de una longitud de más de 100
km. Si nos fijamos un poco, hacia el norte encontramos con otra hendidura de
150 km, Rima Bond (6).
Sinus Amoris (7), por debajo de los Montes Taurus, tiene un
diámetro de 130 km, limitando en el sur con el Mar de la Tranquilidad.
En el lado oeste del Mar de las Crisis (fuera de la imagen)
observamos a Macrobius (8), de 64 km, una muralla en terraza de 3700 m y una
montaña en el centro.
Arriba nos encontramos con Lacus Bonitatis (9), un pequeño mar de bordes
irregulares de 92 km.
Por último nos fijaremos en Mons Argaeus (10), un macizo montañoso de 65 km cuya cumbre más alta llega a los 7000 m. Cerca de ahí alunizó el Apolo XVII.
Por último nos fijaremos en Mons Argaeus (10), un macizo montañoso de 65 km cuya cumbre más alta llega a los 7000 m. Cerca de ahí alunizó el Apolo XVII.
Mientras tanto, el Mar de la Serenidad se está despertando
al oeste, y hacia el sur el Mar de la Tranquilidad nos espera para otra
ocasión.
Makustov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
martes, 7 de agosto de 2018
ENDYMION Y EL LAGO DEL TIEMPO
Hacia la tercera noche después de la Luna Nueva, la formación más interesante al
norte de nuestro satélite es Endymion (1), un cráter de 125 km con un fondo
plano repleto de lava oscura con paredes de 4600 m desde el fondo, y que se
localiza fácilmente debido a su bajo albedo.
Como todas las formaciones cercanas al limbo lunar, a pesar
de ser perfectamente circular, lo vemos muy distorsionado.
Por debajo de Endymion contemplamos a Lacus Temporis (2), un
pequeño mar de 117 km compuesto por la superposición de dos parches grandes
aproximadamente circulares.
Hacia el sur observamos una cadena sucesiva de cráteres que terminan en Mare Crisium, que no aparece en la imagen.
Messala (3), de 125
km, es una llanura amurallada que conserva cierto grado de aterrazamiento en sus
paredes, y de bordes muy degradados por múltiples impactos. Su fondo es llano con un
cráter fantasma.
Geminus (4), de 86 km y más de 5 km de profundidad, tiene un
pico central como único rasgo llamativo. Igualmente, Burckdhardt (5), de 57 km y casi 5 de profundidad, también
posee una elevación central.
Y por último, casi fuera de la imagen, Cleomedes (6), de 126
km de ancho y 3000 m de profundidad.
El este está a la izquierda.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6
lunes, 6 de agosto de 2018
JUPITER 5 DE AGOSTO 2018
Cuando el seeing no es bueno, hay que pensarse el utilizar una lente Barlow.
Esto es un ejemplo claro. Ambas imágenes están tomadas con pocos minutos de diferencia, la de abajo con una Barlow x2.
Como se puede comprobar, la calidad de la tomada con la Barlow deja que desear si la comparamos con la imagen de arriba. A veces la ampliación que obtenemos con la Barlow no compensa, aunque tampoco se puede decir que haya quedado algo patético, claro.
Maksutov Cassegrain 127
Cámara QHY 5-II M
Exposición 45"
Filtros RGB Baader
Procesado con Registax 6 y Photoshop.
domingo, 5 de agosto de 2018
SUR PROFUNDO
Después de haber visitado el espectacular Vallis Rheita (1) y
el complejo y fascinante Janssen (2), de los que ya he hablado en otras
entradas, esta noche nos internamos camino del sur a través de un paisaje que
parece un campo bombardeado de la Primera Guerra Mundial.
Por debajo de Janssen, Steinheil (3) y Watt (4).
Dirigiéndonos al sur, Vlacq (5) y Hommel (6), en el que todavía es de noche.
Por debajo de éstos, Rosenberg (7) y Biela (8). Los cráteres, por la
perspectiva, los observamos cada vez más alargados en la medida en que avanzamos
hacia el sur, como en el caso de Hagecius (9).
Por último, cercanos ya al polo, vemos completamente
deformados a Boussingault (10) y Helmholtz (11), entre otros.
En el horizonte, diversas montañas y accidentes de formas
suaves se perfilan contra el velo negro de la noche.
El polo sur de la Luna es de especial interés para los
científicos debido a la posibilidad de existencia de agua congelada en áreas
constantemente a la sombra en los cráteres de su alrededor. En el polo sur, el área que
permanece en la oscuridad es mucho mayor que en el polo norte, y sus cráteres son
únicos ya que la luz no llega al fondo. Tales cráteres constituyen trampas
heladas que contienen un registro fósil del sistema solar primitivo.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
viernes, 3 de agosto de 2018
VANDELINUS
En el hemisferio sur de nuestro satélite, cercanos al
ecuador y al este del Mare Fecunditatis (1), nos encontramos con un trío
precioso: de norte a sur Langrenus (2), Vandelinus (3) y Petavius (4).
De Langrenus y Petavius ya he hablado algo en otras
ocasiones, así que esta noche vamos a centrarnos en Vandelinus, un poco
eclipsado entre sus dos compañeros de viaje, notoriamente espectaculares, pero
que tiene su aquel observarlo con algo de detenimiento.
Vandelinus es el más antiguo de los tres cráteres de hoy, y
muy distinto a sus acompañantes. Tiene
150 km y el cráter inicial se deformó debido a impactos más recientes.
Es el caso de Loshe (5), situado al norte, tan
profundo como Langrenus, pero con un diámetro de sólo 50 km. Al este tenemos a
Lamé (6), una formación irregular de 84 km de diámetro, que derribó la antigua
pared de Vandelinus.
La muralla de Vandelinus tiene una escasa altitud (sólo unos
1000 m), y rodea un fondo llano enorme sembrado de cratercillos, entre los
cuales destaca el trío formado por Vandelinus L, Z e Y (7).
Observar también que en el noreste parece haberse extendido
una lengua de rocas como resultado del impacto de Lamé, que habría provocado
que la muralla inicial resultara literalmente pulverizada.
Por último, Holden (8), pegado a la muralla sur de
Vandelinus, de 48 km de diámetro y 4 de profundidad.
Disfrutad del paisaje.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
jueves, 2 de agosto de 2018
miércoles, 1 de agosto de 2018
EN EL LABERINTO DE LOS CRATERES DEL SUR
El hemisferio sur de la Luna es una región
fuertemente craterizada, donde apenas hay mares, al contrario que en el
hemisferio norte, posiblemente por las características de su corteza.
En esta zona te puedes perder con relativa
facilidad, así que hoy vamos a dar un pequeño paseo a partir de Janssen (1), un
antiguo cráter del que ya hemos hablado, para centrarnos en cuatro interesantes
formaciones.
Todavía de noche, Goodacre (2) tiene 40 km de diámetro y una
altura de 3000 m .
Este cráter aplasta la pared norte de Gemma Frisius (3), un viejo cráter de 90 km de diámetro muy
desgastado, pero que sus 5000
m de profundidad, nada menos, hace que sea bien visible.
Otro grupo a observar está formado por
Maurolycus (4) y Barocius (5). Maurolycus es un viejo cráter de 115 km con paredes en forma
de terrazas que alcanzan los 4000
m de altura. El fondo, relativamente plano, alberga
algunos cratercillos y un macizo montañoso descentrado hacia el norte junto a
un desprendimiento de la muralla.
En la vertiente sureste de Maurolycus se
encuentra Barocius, de 80 km
Su fondo llano, a 3500 m
de profundidad, alberga un cráter fantasma, algunos pequeños cratercillos y una
pequeña montaña, también apartada del centro.
Al sur de esta pareja observamos a Clairaut
(6), un antiguo cráter de 75
km en el que dos cráteres de 25 km han deshecho su pared
sur, mientras que en su fondo se aprecian dos pequeños de 15 km .
En toda esta zona está amaneciendo, por lo
que es muy bonito contemplar los juegos de sombras que se forman en el
terminador.
Maksutov Cassegrain 127
Procesado con Registax 6.
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